Frases 3
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Esqueletización del estado.
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¿De verdad exige la diosa Autonomía que en su pebetero ardan tantas ofrendas?
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Cada vez que respiramos es como si espantáramos la muerte a manotazos
(Schopenhauer).
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Los meteoritos producen un cráter. Pero, del meteorito propiamente dicho, ¿qué es?
Sin saber que existías te deseaba.
Antes de conocerte te adiviné.
Llegaste en el momento en que te esperaba.
No hubo sorpresa alguna cuando te hallé.
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El que no sabe de nada no duda de nada» (George Herbert)
Las armas de fuego empezaron a usarse hacia los siglos XIII y XIV. Aparte de los cañones (que inicialmente disparaban grandes piedras), la primera arma de fuego de tamaño reducido fue el “trueno de mano” (de cuyo nombre en alemán viene “arcabuz”). Era un cilindro lleno de pólvora con una mecha, que se sostenía en la mano, y al explosionar la pólvora hacía salir una bala.
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Fatiga más lo que no se hace. Descansar es haberlo hecho. (Saramago)
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Refrán portugués:
DE ESPAÑA, NI BUEN VIENTO NI BUEN CASAMIENTO.
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Mendrugo: mendrugo.
(Del ár. hisp. maṭrúq, y este del ár. clás. maṭrūq, tocado, marcado, infl. por mendigo).
1. m. Pedazo de pan duro o desechado, y especialmente el sobrante que se suele dar a los mendigos.
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Lo que no tiene remedio pide olvido.
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Organiza tu rabia
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El que no sabe de nada no duda de nada.
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RAE
Macerar: Mantener sumergida alguna sustancia sólida en un líquido a la temperatura ambiente, con el fin de ablandarla o de extraer de ella las partes solubles.
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munición.
(Del lat. munitĭo, -ōnis, construcción o muro de defensa).
1. f. Carga que se pone en las armas de fuego.
2. f. Pedazos de plomo de forma esférica con que se cargan las escopetas para caza menor.
3. f. Pertrechos y bastimentos necesarios en un ejército o en una plaza de guerra.
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Desde que la humanidad empezó a pensar, no ha tenido demasiadas ideas.
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Amar es lo contrario de utilizar
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Otero: cerro aislado que domina un llano.
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Luar: luz de luna.
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Séneca: “No digo que el sabio deba caminar siempre al mismo paso, pero sí por la misma ruta”.
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Es dulce naufragar en este océano.
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Merecer la vida es erguirse vertical
más allá del mal, de las caídas.
Porque no es lo mismo vivir
que honrar la vida.
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tinglado.
(Del fr. ant. tingle).
3. m. Artificio, enredo, maquinación.
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RETROPROGRESISMO
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La hora de las causas.
La hora de las consecuencias.
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Nuestras dudas llevan la huella de nuestra honradez. Nuestras certidumbres las de nuestra ignorancia.
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Buscas a Roma en Roma, ¡oh, peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas,
y tumba de sí propio el Aventino.
Yace donde reinaba el Palatino;
y limadas del tiempo las medallas,
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades que blasón latino.
Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepultura
la llora con funesto son doliente.
¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura.
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El escritor Roberto Bolaño contaba que, cuando le aconsejaron como solución a su problema hepático la práctica de un trasplante de hígado, preguntó a la doctora “¿Y qué probabilidades de éxito hay?”. La doctora contestó “Un 60%”. Ante lo cual Bolaño, sorprendido, expresó: “¿Tan pocas?”. Y la doctora le recordó que “En política es mayoría absoluta”.
Pero la historia no acaba ahí y no acaba bien. Bolaño no logró superar el trasplante y terminó muriendo de insuficiencia hepática.
En su caso la mayoría absoluta no fue suficiente. En su caso el juego de las mayorías no funcionó.
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Tiene el porte de un árbol, como é tiene un “tronco”, “ramas” y hojas. Hasta podemos trepar hasta su copa. La pregunta de si la palmera es un árbol puede parecer incongruente. Evidentemente todos nosotros contestaremos que sí. Pero no es cierto.
La sutileza nos viene de la botánica. En las plantas con flores cohabitan dos grandes familias: las monocotiledóneas y las dicotiledóneas. En estas familias se encuentran la gran diferencia.
Semillas diferentes
Las primeras, más antiguas, provienen de una semilla más simple que las segundas. Contienen reservas en un órgano llamado cotiledón que dará a la planta su primera hoja. Las segundas, las dicotiledóneas, poseen como su nombre indica dos cotiledones, que formarán las dos primeras hojas. Hay más diferencias. En las dicotiledóneas se desarrollan, al cabo de algunos años, estructuras llamadas segundarias entre las cuales se encuentra la madera. Es un tejido complejo formado de células dispuestas en longitud (las células que llevan la savia, las fibras) y transversalmente (los rayos). La madera constituye la parte más importante del tronco de las dicotiledóneas. Engorda con el tiempo gracias a células concéntricas, y presenta estrías de crecimiento cada temporada. En las monocotiledóneas, no se forma ninguna estructura segundaria y consecuentemente tampoco madera.
Las palmeras son monocotiledóneas. NO poseen pues, un verdadero tronco sino un tallo llamado estípite constituido por pecíolos persistentes cuando las hojas superiores caen. Por eso si el estípite de la palmera engorda es porque las hojas caen.
La palmera es pues una “hierba gigante” en su sentido botánico. Realmente gigante: los ceroxilonios de los Andes poseen los estípites más alto del mundo, entre 40 y 60 metros de altura. Y un cocotero de Chile, Jubaea chilensis, tiene una estípite de más de un metro de diámetro.
La palmera no es un árbol.
martes, 26 de julio de 2011
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